Entre las señas de identidad que hacen especial este concurso se encuentra el hecho de contar con un multitudinario jurado mixto, formado por 1.000 catadores profesionales y aficionados, que a través de una cata a ciegas eligen los quince mejores vinos de Castilla-La Mancha.
Pelayo recordaba que este evento está incluido en el calendario oficial de concursos de vino de toda España y tiene como objetivo promocionar la Cultura del Vino, ensalzar la calidad de los vinos de la región y lograr que personas que no son consumidores habituales de este producto se acerquen a él, “por ello cualquier persona que lo desee podrá formar parte de este jurado popular y puntuar los vinos según sus gustos y preferencias, porque todos entendemos de vino y porque un buen vino no debe responder sólo a la opinión de los críticos sino ajustarse también a los gustos de los consumidores”.
Por último, la responsable de la concejalía de Desarrollo y Promoción Vitivinícola agradecía al Gobierno de Castilla-La Mancha “la consideración mostrada hacia Alcázar de San Juan, el protagonismo que se le dará a nuestra ciudad dentro de la Cumbre Internacional del Vino y el espaldarazo que supondrá para un concurso pionero en su modalidad, que constituye una auténtica fiesta del vino y un referente para bodegas, enólogos y amantes del producto estrella de la región”.
En la pasada edición, un total de 250 vinos elaborados por 90 bodegas y cooperativas Castilla-La Mancha, pertenecientes a todas las Denominaciones de Origen de la región, además de Vinos de la Tierra de Castilla, Vinos de Pago y vinos de la IGP Campo de Calatrava, participaron en este evento que logró revalidar el récord de participación alcanzado en 2013.
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